Cambios en las Preferencias de Compra Inmobiliaria como Consecuencia del Covid-19
Nuevamente nos sorprenden los cambios que introduce esta pandemia. El estudio realizado por Isabel Palma Kucera de inmobiliaria FG, en abril del presente año, arroja interesantes conclusiones acerca de las nuevas tendencias de demanda que está generando la pandemia que estamos viviendo.
Para este estudio se utilizó una muestra con un rango etario entre los 31 y 50 años. A su vez, se compuso de un 57% de mujeres, donde el 41% eran solteros, 33% casados, 13% separados/divorciados, 12% convivientes y 1% en otras situaciones.
De todos los encuestados, el 65% sigue en búsqueda de una propiedad y el 35% restante ha postergado la decisión de comprar. En cuanto a este último grupo, las principales razones de su postergación se deben a que prefieren guardar los ahorros por si los necesita para más adelante (37%), confiesa tener miedo a perder el trabajo (26%), cree que los precios van a bajar (19%), no quiere visitar las salas de ventas (17%) y otras razones (1%).
Ahora bien, si separamos por tipo de comprador, el 45% de los inversionistas ha decidido detener la búsqueda, dentro de este grupo el 87% la ha postergado por un tiempo, y el 13% restante lo ha hecho de manera indefinida, y dentro de los que quieren la propiedad para vivir, el 33% no sigue en búsqueda, en que el 88% de éstos ha decidido postergarla por un tiempo y el 12% restante lo ha hecho de manera indefinida.
Como es sabido hoy en día la movilidad en las calles está restringida y el miedo a contraer el virus ha dificultado la visita a las salas de venta, por lo que el canal online ha tomado una gran relevancia. Sin embargo, la confianza del comprador no es absoluta, esto se manifiesta en el hecho de que el 51% de las personas no están dispuesta a realizar una compra a través de este medio. Las razones de esta desconfianza son numerosas; el comprador no tomaría la decisión sin ver el piloto, el tour virtual es insuficiente, no confía en hacer la compra sin ver al vendedor en persona y no tiene claridad si la firma de la promesa online tiene validez.
Sin embargo, hay factores que ayudarían a cambiar esta tendencia, como son: la existencia de certificación del algún organismo público, que el vendedor lleve a domicilio toda la documentación legal (promesas), que los tours virtuales sean de mayor calidad y contar con más información de mercado, entre otros.
A modo de conclusión, podemos observar que a pesar de lo sombría que se ve la situación actual, la intención de compra sigue siendo mayoritaria y la decisión de compra online tiene una gran representatividad. La que puede mejorar con elementos fáciles de resolver e implementar. La “nueva realidad” ha forzado al desarrollo de este nuevo canal de ventas, que ha tenido una buena aceptación por parte de los clientes, demostrando que tiene una gran proyección en el mercado inmobiliario.
Fuente: Isabel Palma Kucera, Inmobiliaria FG.